Ven a cargarte a este montón de fantasmas,
Tómalos del pelo y arrástralos hasta que tus manos no
sostengan nada.
Envuelve sus risas
en golpes que silencian,
Haz que giren sus ojos en mi permanentes.
Si estas aquí dame más que tu gesto de espanto,
Quita todos estos muertos,
Descuélgalos de las paredes, de las puertas, de las
ventanas.
Saca todos los espejos, porque las sombras también los habitan,
Me siguen con una sonrisa de bordes afilada,
Puedo verlos sonreír al final del pasillo.
Ven si es que eres quien se supone y quieres lo que
espero,
Desvanece esta niebla que me raspa los tobillos,
Dame un vestido que no este manchado de sangre,
Recorre mi cuerpo con tus manos como si no notaras las
cicatrices,
Rompe el techo si es preciso para que entre la luz en
esta casa.
Rescata lo que queda me di en los rincones,
Encuentra la
salida a este laberinto,
Pero esta vez llévame contigo.
Libertina.
