Estaré allí cuando decidas bajar,
con la sonrisa que siempre guardo por si apareces.
Estaré como estoy hoy, tal vez como este siempre,
esperando, soñando, viviendo,
mientras caminas a ningún sitio.
Decidirás quedarte,
me ayudaras a sentir como el mundo se detiene,
como se expande y nos consume,
como nace de la nada y todo vuelve a empezar.
Entonces, creyendo que existe un “para siempre”,
sentiré la libertad entre tus brazos,
me quedare en tu pecho y dejare de huirte,
y pasaran siglos de primaveras antes que yo decida partir.
L.Alison Ramos M.
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