I
Un pequeño demonio con sonrisa impaciente,Llego a mi ventana cargado de regalos para un condenado
Y fue como despertar a mitad de la noche,
Abriendo los ojos a una oscuridad tremenda.
Yo tenía la frente adornada con el número de los impares,
Cuando me encontró haciendo rechinar los dientes
Para no oír el consejo de cortes profundos
Mientras escribía tu nombre sobre las paredes.
Elevo tu imagen
Por sobre todos mis malos sueños,
Dejando sobre la almohada
Los sinsabores de una vida contigo,
Los colores que marchitaron el tiempo
Cuando la definición del “yo” existía
Y era “ser tuya”,
Cuando tú bastabas para comprender
La razón de los tiranos y de los suicidas.
II
Escapo apenas comenzaba el día,
Dejándome frente a un espejo,
El cual reclama a hombres que no le teman
A soledades como esa,
Que no llenen sus ojos de espanto,
Que no sientan dolor al comprobar que aún viven,
Que no tengan miedo
Cuando sepan que están solos,
Los mismos imperturbables a las cuatro de la mañana,
Y que piensan que basta con pasar el día.
.................................. Libertina.
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