
Dulce– L. Alison Ramos M.
El aroma del café libera sus demonios
Mientras cada recuerdo,
Se vuelve más triste que el otro.
Dulces incubos en el borde de mi taza
Saltan y bailan,
Deletreando tu nombre,
Matando las hadas,
Los castillos de aire
Y la letra sangrada.
Una tarde de octubre,
Donde en una taza te encuentro,
Es cuando en el fondo te veo
Y comienzo a beberte de nuevo.
Te vuelves todos los hombres
Adornando el silencio en el tiempo,
En ese aroma a café,
De siglos pintados de cedro;
Mientras en el alma la pena
muerde las esquinas de tus sangrantes besos.
Porque cada sorbo enfría y silencia
las tazas de café hechas de recuerdos.
L. Alison Ramos M.
El aroma del café libera sus demonios
Mientras cada recuerdo,
Se vuelve más triste que el otro.
Dulces incubos en el borde de mi taza
Saltan y bailan,
Deletreando tu nombre,
Matando las hadas,
Los castillos de aire
Y la letra sangrada.
Una tarde de octubre,
Donde en una taza te encuentro,
Es cuando en el fondo te veo
Y comienzo a beberte de nuevo.
Te vuelves todos los hombres
Adornando el silencio en el tiempo,
En ese aroma a café,
De siglos pintados de cedro;
Mientras en el alma la pena
muerde las esquinas de tus sangrantes besos.
Porque cada sorbo enfría y silencia
las tazas de café hechas de recuerdos.
L. Alison Ramos M.