22 de octubre de 2009

Tormenta.

A mí madre.

Gaviota, tus ojos como brillan

Con la tormenta de un recuerdo

Que estremece toda tu alma

Y te vuelven niña triste, Gaviota.

 

Así tiemblas de amor partido,

A corazón desecho

En tu pena más onda;

Gota a gota vas tejiendo dependidas

A tus dioses muertos, Gaviota.

 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que belo! Madres e Gaivotas... semelhanças tenues, pero precisas...Denise